En concreto, se trata de cuatro conservantes, cuatro filtros UV y una fragancia, “comunes” en diferentes cosméticos, según precisó en un comunicado en el que presentó sus principales conclusiones tras el análisis de los informes del Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS), una de las principales fuentes de información de la Comisión Europea a la hora de introducir cambios en la Directiva de Cosméticos.

En este sentido, la asociación puntualizó que, aunque cada vez se emplean menos, todavía es posible encontrar “significativas concentraciones” de hasta 40 ingredientes diferentes “potencialmente tóxicos” en cosméticos, circunstancia que atribuyó a unos mecanismos reglamentarios “lentos y laboriosos”.

De estos ingredientes, nueve, cuatro conservantes, cuatro filtros UV y una fragancia, reúnen un riesgo medio/alto, “sobre todo”, según OCU, cuando están presentes en cosméticos que no necesitan aclarado, como las cremas y desodorantes, y “con más motivo” cuando los usan embarazadas y niños pequeños.

Con respecto a los conservantes, hizo referencia al Triclosán, que puede contribuir a la aparición de resistencias bacterianas, además de “alterar” el sistema hormonal; el Butylated hidroxyanisole (BHA), clasificado como “posible carcinógeno” y que es más habitual en barras de labios y cremas hidratantes; Butylparaben y Propylparaben, dos tipos de parabenos que pueden “alterar” el equilibrio hormonal.

FILTROS SOLARES Y FRAGANCIAS

Por lo que se refiere a los filtros solares UV, explicó que Benzophenone-1 y Benzophenone-3 tienen potencial alergénico y fotoalergénico y posibles efectos como disruptores endocrinos.

En relación a Ethylhexyl methoxycinnamate, precisó que, en concentraciones altas, este filtro UV también se le relaciona con posibles efectos como disruptor endocrino, al igual que Homosalate.

Finalmente, en cuanto a la fragancia Butylphenyl methylpropional (o lilial), recordó que se sospecha que puede afectar a la fertilidad e inducir problemas de sensibilización de la piel.

En paralelo, aconsejó “estar atento” a la presencia de otra fragancia recientemente prohibida por el riesgo de desencadenar alergias, el hidroxyisohexyl 3-cyclohexene carboxaldhyde, que, según sus indagaciones, “aún podría encontrarse en algún cosmético a la venta”.

OCU recomendó no emplear productos que lleven este tipo de ingredientes, “sobre todo” si se encuentran en cosméticos que, como los desodorantes y las cremas, no se aclaran con agua, y, en caso de observar alguna reacción, instó a acudir al dermatólogo así como a notificar cualquier efecto no deseado en el sistema de cosmetovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps).