Así lo denunció este miércoles la asociación en un comunicado emitido tras realizar un estudio comparativo para adquirir entradas de varios espectáculos y en el que, para “mitigar estos problemas”, abogó por controlar la compra masiva de tickets a través de medios automatizados, ofrecer una mayor transparencia en el proceso de venta o por la solicitud de los datos personales “mínimos”.

A este respecto, advirtió de que los problemas e irregularidades detectados hacen de la compra de entradas “una carrera de obstáculos para los consumidores” y urgió a Consumo a que “controle, investigue y, en su caso sancione”, la compra automatizada de entradas. A su entender, el sistema deja a los usuarios “en desventaja" al tener que esperar colas virtuales "interminables" y "terminar adquiriendo los tickets en webs de reventa a precios desorbitados”.

Junto a ello, también juzgó necesaria una “mayor transparencia en todo el proceso de venta”, para que, por una parte, se informe de la “redirección” a plataformas de reventa y que el usuario sepa la entidad con la que adquiere la entrada y a quién reclamar y, por otra parte, para que el precio anunciado “sea el precio final con todos los gastos incluidos”.

En este punto, defendió que los gastos de gestión los ha de asumir la promotora, ya que el consumidor es el que “se autogestiona” la compra al acceder “por sus propios medios” a la web, introducir el número de entradas, sus datos personales y los de los acompañantes, realizar el pago electrónico y descargar o imprimir la entrada.

MÁS ABUSOS

En paralelo, emplazó a Consumo a “zanjar” otro “abuso” como es la petición “indiscriminada” de datos personales y exigió “respeto al principio de minimización de datos”, esto es solicitar solo los “necesarios para el servicio que se va a ofrecer”.

Por último, para “promover” la “inclusión” de los consumidores “más vulnerables”, reivindicó la necesidad de que “siempre sea posible” imprimir la entrada y “no sea obligatorio” el uso de móvil o aplicaciones “específicas” para el acceso.

En este contexto, reiteró su petición de articular una “normativa específica” para la reventa de entradas por Internet que licite los establecimientos autorizados, obligue a verificar la validez de las entradas, identifique al comprador, limite el precio máximo de reventa y evite el, a su juicio, “habitual desvío de miles de entradas de las webs oficiales al mercado de reventa”.