En este sentido, la Organización manifestó en un comunicado que “el carácter orientador de la propuesta supone el riesgo de que se diluya la responsabilidad en su aplicación”. De otro lado, el objetivo para 2030 de reducción del 20% para las botellas de plástico de un solo uso respecto a los niveles de 2022 “podría ser más ambicioso”, alertó.

Respecto al comercio a granel, la OCU valoró positivamente que los comercios minoristas de alimentación deban aceptar el uso de recipientes reutilizables por parte de los consumidores, al igual que apreció la medida que se implantará a partir de julio del próximo año por la que los promotores de eventos festivos, culturales o deportivos deberán implantar alternativas a la venta de bebidas en envases y vasos de un solo uso, “garantizando el acceso a agua potable no envasada”.

Adicionalmente, puso en valor “la ampliación de las obligaciones financieras y organizativas a los productores que pongan en el mercado envases comerciales e industriales” y manifestó que “estas nuevas medidas no deben trasladarse a los consumidores en forma de sobrecoste”.