Las ONG's reconocieron que las modificacioes que sufrió el texto durante su tramitación parlamentaria, gracias "a la presión de la sociedad", permitieron introducir mejoras, pero lamentaron que la ley siga siendo "ambigua en muchos puntos".

Además, la Coordinadora de ONGD destacó que el texto definitivo deja demasiados capítulos para un posterior desarrollo reglamentario y mantiene como uno de los objetivos de la cooperación la promoción de la economía española.

Entre las carencias que encuentran en la nueva ley, las organizaciones no guernamentales también citan que el Consejo de Cooperación ve recortadas algunas de sus funciones.

Por el contrario, aplaudieron que el Ministerio de Asuntos Exteriores sea finalmente el encargado de dirigir la política de cooperación, tal y como reclamaban las ONG's.

Para la coordinadora, la ley constituye un punto de partida "que permitirá mejorar la calidad de la cooperación para el desarrollo, siempre que se concrete en la práctica el objetivo de lucha por la erradicación de la pobreza, mediant la elaboración de distintos reglamentos en torno a cuestiones tan importantes como el estatuto del cooperante".