Así se desprende del nuevo análisis de la Clasificación de la seguridad Alimentaria Integrada por Fases (IPC) publicado hoy, que alerta de que la hambruna se extenderá desde la gobernación de Gaza a las de Deir Al Balah y Khan Younis en las próximas semanas.

Para que se declare una situación de hambruna deben superarse los umbrales de privación extrema de alimentos, malnutrición aguda y muertes por inanición. En concreto, es preciso que uno de cada cinco hogares padezca tal carencia de alimentos que esto produzca malnutrición y un alto nivel de mortalidad asociado. Estas tres condiciones ya concurren en la ciudad de Gaza y sus alrededores.

Según el nuevo análisis de la IPC, a finales de septiembre la hambruna se habrá extendido, y se espera que más de 640.000 personas en este distrito se enfrenten a la temida fase 5 de la clasificación.

Además, 1.140.000 personas en toda la Franja se hallarán en 'Fase de emergencia' (IPC 4) y otras 396.000 padecerán 'crisis' (IPC).

La situación en el norte de la Franja de Gaza es igual de grave “o incluso peor” que en la ciudad, aunque resulta “difícil obtener información”.

Por último, el informe señala que Rafah no ha sido analizada, al hallarse en gran medida despoblada.

La organización Mundial de la salud (OMS), Unicef, la FAO y el programa Mundial de Alimentos (PMA) exigieron un alto el fuego inmediato para permitir la operación humanitaria a gran escala y prolongada que ahora es precisa a fin de paliar esta situación. “La hambruna debe ser combatida a toda costa”, reclamaron.