En nombre del sistema de Naciones Unidas, Stiell se solidarizó con países recientemente afectados por huracanes, como Jamaica, Cuba, Haití e India. “La seguridad y la protección de las vidas humanas deben ser la máxima prioridad hoy y en los próximos días”, apuntó.

Justo antes de Melissa, algunas comunidades de Jamaica aún se estaban recuperando del huracán Beryl del año pasado, que devastó Carriacou (Granada), que es la isla natal de Stiell. “Sé muy bien lo mucho que duele y lo que cuesta reconstruir y recuperarse de los brutales costes de la crisis climática mundial”, indicó.

El líder de ONU Cambio Climático subrayó que esos fenómenos “acarrean enormes costes humanos y económicos en todas las partes del mundo”, los cuales “crecen cada vez más rápido y son cada vez más mayores cada año que el mundo toma medidas climáticas insuficientes”.

“No podemos quedarnos de brazos cruzados y ver cómo se desarrollan estos desastres, que destruyen vidas y economías a gran escala, con mayor ferocidad e intensidad cada año que pasa. La humanidad debe intensificar la acción climática en todos los frentes”, sentenció.

En este sentido, Stiell aseguró que “cuanto más tarden las naciones en tomar medidas, peores serán los costes para todas ellas”. “Ninguna nación del planeta es inmune, aunque el precio más alto lo pagan las más vulnerables y las que menos han contribuido a provocar esta crisis mundial”, apostilló.

PROGRESO INSUFICIENTE

El líder de ONU Cambio Climático indicó que, gracias a la cooperación encabezada por la ONU y a los esfuerzos de los países, se espera que las emisiones de gases que calientan el planeta disminuyan por primera vez en 2035. “Pero este progreso no es suficiente en cuanto a ritmo, alcance o escala”, añadió.

Stiell recalcó que “la ciencia es clara” en el sentido de que debe reducirse el calentamiento global a 1,5 grados respecto a la era preindustrial. “Cada desastre climático que presenciamos hoy en día es un trágico recordatorio de lo urgente que es limitar cada fracción de grado del calentamiento global, causado principalmente por la quema excesiva de carbón, petróleo y gas, así como por la destrucción de nuestros bosques y océanos”, comentó.

Por último, Stiell señaló que la 30ª Cumbre del Clima -conocida como COP30-, que comenzará el próximo 10 de noviembre en Belén (Brasil), debe mostrar “una solidaridad genuina de los países”.

“Cumplir plenamente el Acuerdo de París no es solo nuestra mejor oportunidad, es nuestra única opción para la autopreservación y para difundir los enormes beneficios de la acción climática: economías más fuertes, comunidades más resilientes, más empleos, más salud, energía más asequible y segura, por nombrar algunos”, concluyó.