El máximo responsable de la Armada atribuye esta situación a la reducción del gasto presupuestario que se observa desde 1993. No obstante, niega que la situación de mantenimiento de algunas unidades pueda llegara ser "crítica", si bien reitera que "necesitamos un grado mayor de operatividad, lo cual es más complicado en buques más antiguos".

El AJEMA subraya la necesidad de "salir de esta situación", que a su juicio "se ha convertido en crónica, aumentando el capítulo de sostenimiento y operatividad, sin disminuir el de inversión, que nos permita alcanzar los objetivos de fuerza".

Para el AJEMA, en la actualidad la Armada española tiene como objetivo principal dotarse de la capacidad suficiente que le prmita desarrollar en condiciones óptimas sus funciones en el Atlántico y el Mediterráneo.

Para ello, en su opinión la Armada debería dotarse sobre todo de capacidad aeronaval, anfibia, submarina, contraminas y de vigilancia marítima.

Otro de los principales objetivos de la Armada se centra en la dotación de submarinos. Al respecto, señala que está muy avanzada la definición de los nuevos submarinos, que tendrán como modelo a seguir el "Scorpene", de fabricación hispano-francesa.

Respecto al odelo de profesionalización, el AJEMA se muestra partidario de que las unidades de la Armada sean cada vez más profesionales, entre otras razones porque "el ámbito en que nos desenvolvemos -la mar- requiere un nivel muy importante de especialización y permanencia".