"Las agencias humanitarias deberían someterse a una evaluación independiente, y no autoevaluarse como hasta ahora", ha dicho Andrew Mitchell, responsable de Desarrollo Internacional del Partido Conservador.

Aunque los conservadores se han mostrado favorables al compromiso del Gobierno de Tony Blair de duplicar el gasto en ayuda humanitaria al 0,7% del PIB de aquí a 2013, también han manifestado su voluntad de garantizar que dichos fondos se invierten de forma correcta.

Su propuesta tiene por objeto evitar que los fondos para la ayuda humanitaria acaben en manos de líderes corruptos.