Tasa verde

La organización europea de consumidores BEUC denuncia ante la Comisión Europea a 17 aerolíneas por el “engaño” de su ‘tasa verde’

MADRID
SERVIMEDIA

La organización europea de consumidores BEUC y 22 de sus organizaciones miembro, incluidas las españolas Asufin, CECU y OCU, presentaron este jueves una denuncia ante la Comisión Europea y la red de autoridades de protección de los consumidores (CPC) sobre las “afirmaciones engañosas” en torno a la ‘tasa verde’ de 17 aerolíneas europeas.

Así lo precisó Asufin en un comunicado en el que explicó que, según un análisis jurídico encargado por BEUC, “tales afirmaciones infringen las normas de la UE contra las prácticas comerciales desleales” y, por ello, han pedido una investigación a escala europea sobre este asunto y que las compañías aéreas afectadas y todo el sector “dejen de hacer afirmaciones que dan a los consumidores la impresión de que volar es sostenible”.

“Esto es sencillamente falso, ya que volar no es sostenible ni es previsible que lo sea en un futuro próximo”, espetaron las entidades, convencidas de que, en los casos en que las aerolíneas hayan propuesto a los consumidores pagar tasas verdes adicionales “basándose en tales afirmaciones engañosas”, las autoridades de la CPC “deberían solicitar a las aerolíneas que reembolsen el importe a sus clientes”.

Entre los “numerosos ejemplos de prácticas engañosas dirigidas a los consumidores” que las organizaciones identificaron, destacaron que las afirmaciones de que pagar créditos extra puede “compensar” o “neutralizar” las emisiones de CO2 de un vuelo son “objetivamente incorrectas”, ya que, según su punto de vista, los beneficios climáticos de las actividades de compensación “son dudosos, mientras que el daño causado por las emisiones de CO2 de los viajes aéreos es objetivo”.

Junto a ello, denunciaron que las compañías aéreas “están engañando a los consumidores” cuando les cobran más para contribuir al desarrollo de “combustibles de aviación sostenibles”. “Estos combustibles no están listos para salir al mercado y la legislación de la UE recientemente adoptada establece objetivos muy bajos en cuanto al porcentaje que deben representar en la mezcla de combustibles de los aviones”, puntualizaron.

COMBUSTIBLES SOSTENIBLES

En este sentido, subrayaron que, hasta que dichos combustibles no estén disponibles “de forma masiva -más allá de finales de la década de 2030- sólo representarán, en el mejor de los casos, una pequeña parte de los depósitos de queroseno de los aviones”.

En paralelo, defendieron que “dar a entender que el transporte aéreo puede ser “sostenible”, “responsable” y “ecológico” es engañoso”, al entender que “ninguna” de las estrategias desplegadas por el sector de la aviación “es capaz actualmente de evitar las emisiones de gases de efecto invernadero”. “Es importante poner fin a estas afirmaciones, ya que, con el aumento previsto del tráfico aéreo, las emisiones seguirán aumentando en los próximos años”, advirtieron.

A la luz de estos resultados, la directora general adjunta de BEUC, Ursula Pachl, juzgó “increíble” que, “cuando está meridianamente claro que el transporte aéreo causa una parte significativa y cada vez mayor de las emisiones de gases de efecto invernadero”, las compañías aéreas “engañen libremente a los consumidores con mensajes respetuosos con el clima como CO2 compensado o CO2 neutro”.

Por ello, instó a las autoridades a que “tomen cartas en el asunto" y adopten "medidas enérgicas" contra esta práctica de ‘greenwashing’”, que, advirtió, “engaña gravemente a los consumidores”.

PURO LAVADO VERDE

“Tanto si paga una tarifa verde como si no, su vuelo seguirá emitiendo gases nocivos para el clima. Las soluciones tecnológicas para descarbonizar la aviación no serán una realidad a gran escala en un futuro próximo, por lo que presentar el vuelo como un modo de transporte sostenible es puro lavado verde”, agregó, convencida de que, en un momento en el que “muchos quieren viajar de forma más sostenible”, las aerolíneas “deberían dejar urgentemente de ofrecer a los consumidores una falsa tranquilidad”.

En la misma línea, la presidenta de Asufin, Patricia Suárez, aseveró que el ‘greenwashing’ es un concepto que implica “desinformación y confusión para el consumidor y, por ende, falta de transparencia”. “Es lo contrario a una práctica comercial responsable y que no atenta contra los derechos de los consumidores”, agregó.

Para Suárez, en un mundo “cada vez más interconectado, con decisiones de compra que se ejecutan a golpe de click, muchas veces, tenemos que exigir una observancia exquisita y luchar decididamente contra este tipo de prácticas”. “Digámoslo claramente: es un engaño al consumidor, bajo la apariencia de que la compañía está comprometida con la sostenibilidad”, afirmó, para señalar que este tipo de prácticas, “además, hacen un flaco favor a la lucha contra el cambio climático”.

(SERVIMEDIA)
22 Jun 2023
MJR/gja