A juicio de OCU, CECU, ASCECO, UNAE, FEACCU y FUCI, no se garantiza el acto positivo de contratar el servicio, ya que el usuario tiene que pedir expresamente que se le desenganch, y la técnica actual no ofrece que todos puedan hacerlo.

Estas organizaciones criticaron el código de conducta elaborado por la Administración para los empresarios del 903, ya que el usuario no puede identificar a las empresas que les ofrecen los servicios telefónicos, por lo que en un caso de sobrefactuaración no sabrá a quien denunciar.

Además, el código limita el horario a horas de oficina, de 9 a 18 horas, cuando los niños están en el colegio y es precisamente cuando vuelven a casa cuando tine el peligro de usar unos servicios no adecuados a su edad (especialmente los eróticos).

La facturación detallada prometida por Telefónica tampoco puede aplicarse a todos los usuarios, ya que sólo el 46,5 por ciento están conectados a terminales controladas por ordenador, por lo que deberá aceptar lo que la compañía telefónica le presente.

Por todo ello, las asociaciones de consumidores reclamaron la colocación de un contador en cada domicilio del usuario, la implantación inmediata de la facturaión detallada y el ofrecimiento de la desconexión para todos los clientes de Telefónica.

Además, solicitaron la homologación del sistema de tarificación de Telefónica y que se solucionen las sobrefacturaciones de 1992, ajustándolas al promedio habitual del interesado, "ya que Telefónica no puede demostras las llamadas facturadas se han realizado".