El pasado 20 de septiembre, el secretario general del PSE-EE, Ramón Jauregui, decidió aceptar la dimisión de Marcos Merino como vicesecretario general de su partido, aunque anunció que el puesto en la Ejecutiva ocialista quedaría vacante hasta que se conociese la resolución del Tribunal Supremo, que se hizo cargo de la instrucción al ser Merino diputado en el Congreso.

La portavoz de los socialistas vascos destacó el "valor político" de su partido en la decisión de aceptar la dimisión a Merino en "unas circunstancias como aquellas, en las que estábamos en plena campaña electoral. Estábamos aceptando la dimisión a un hombre extraordinariamente importante en la vida interna del partido y sobre el que no teníams dudas sobre su honorabilidad".

Díez considera que, en el caso del vicesecretario general, se hizo un juicio paralelo y una condena previa, y espera que "no sea demasiado tarde para reponer en lo posible el daño moral, político y personal que se le ha hecho".

La dirigente socialista manifestó que también el partido sufrió por este motivo un daño desde el punto de vista electoral que, a pesar de que cuantitativamente no puede llegar a determinarse, "cualitativamente fue muy importante porque creózozobra y desánimo".

Finalmente, la consejera de Comercio y Turismo del Gobierno vasco señaló que este caso debiera servir para otros que en este momento "se están juzgando y condenando públicamente, sin que los tribunales de justicia hayan dicho nada".