"Yo creo que es una gratísima noticia, en primer lugar para el conjunto de los españoles. Es la primera vez que un cargo de la entidad internacional y de l responsabilidad política que entraña la secretaría general de la OTAN recae en un español. Estamos hablando del cuarto o quinto cargo más trascendente desde el punto de vista de las instituciones internacionales", dijo Curiel.

Añadió que "esto supone una proyección extraordinariamente importante de nuestro país en la política de seguridad y, por consiguiente, el aumento de nuestro peso y de nuestra influencia política tanto en Europa como en el contexto de la política de seguridad mundial".

Curil considera que "la elección de Javier Solana es "extraordinariamente ajustada". "Estoy convencido", dijo, "de que va a hacer una gestión muy brillante. Es un gran político, es de lo mejor que tenemos en nuestro país". Aunque también expresó "una parte de cierta tristeza en la medida en que hubiera sido un extraordinario candidato a la Presidencia del Gobierno, pero naturalmente esto hoy cede ante la importancia de su nombramiento".

Curiel lamentó las descalificaciones que ha sufrido Solana en las últmas jornadas. "Lamentablemente", dijo, "así como en otros países europeos importantes, como Alemania, Francia, Gran Bretaña o Italia, la elección de un político de su país como secretario general de la OTAN habría sido saludada con auténtico alborozo político, aquí como siempre reproducimos la tradición cainita, la tradición de la envidia nacional como uno de los deportes favoritos de algunos sectores políticos, que no han dudado en descalificar a la persona de Javier Solana aún antes de saber que iba a se definitivamente elegido como secretario general".

"Yo creo", concluyó Curiel, "que habría que hacer una apelación a las fuerzas políticas y a los medios de comunicación para que comprendieran todos que Solana no es un candidato del Partido Socialista, que es un candidato de España y que eso debe de prevalecer ante cualquier otra opinión de carácter partidista".