En una entrevista concedida a Servimedia, Casellano afirmó que es muy difícil que una fuerza política como Izquierda Unida rentabilice su apoyo al 27-E "si la mayoría sigue instalada en la dialéctica de la nostalgia y en la quimera del estallido revolucionario".

El presidente del PASOC recordó que muchos responsables de Izquierda Unida auguraron un notable ascenso para la coalición por la huelga del 14-D de 1988 "y en las generales del año siguiente sólo se sacaron 17 diputados".

En su opinión, IU debe pasar a ocupar el espacio de la izquieda transformadora que ha dejado abandonado Felipe González y "coger la bandera del cambio que enarboló el PSOE y que luego dejó tirada en la cuneta".

Sobre Felipe González, Castellano dijo que con los pulsos que les está echando a los sindicatos y a Alfonso Guerra "debe sentirse como un Júpiter tronante".

"A los sindicatos no les hace caso y a Guerra le obliga a decir amén a su política en el Gobierno como condición para respetarle su estatus en la Ejecutiva. En esa situación, Felipe González ha uperado sus tentaciones cesaristas y caudillistas, y ya alcanza las cotas de Hoxa en Albania y de Mao en China", añadió el dirigente de IU.

En relación con el congreso federal del PSOE, consideró que la única batalla posible era la del futuro de Guerra "y ya parece que todo está decidido, porque González le ha dado garantías de que continuará en el cargo".