Esta formación, según indica en una nota, vincula el fenómeno de la despoblación rural con el “maltrato y la crueldad” que millones de animales sufren como “víctimas” de fiestas y tradiciones “crueles” como el Toro de la Vega, de actividades “violentas” como la caza o de las macrogranjas de la industria ganadera.

Según Pacma, “gran parte” del origen de esta despoblación está en la “pérdida de valor a la que se ha sometido a Castilla y León a lo largo de muchos años”. “Este territorio necesita opciones políticas que velen de verdad por los intereses del conjunto de sus habitantes, su medio ambiente, su riqueza natural y su fauna”, apunta.

Asimismo, hace hincapié en el hecho de que ningún otro partido cuenta con un programa de protección animal “tan extenso y pormenorizado” como el suyo, algo que es una “garantía” de su compromiso con todos los castellanoleoneses que no quieren ver su tierra convertida en una “sucesión de macrogranajas, coto de caza gigante o una meca para los amantes de la tauromaquia”.

En su vídeo, Pacma incide en que hay que evitar “que los de siempre llenen Castilla y León de macrogranjas, maltrato animal, caza, contaminación y sangre”. Ante este escenario, el partido animalista propone llenar esta comunidad de “vida, respeto, equilibrio y sostenibilidad”, por “llenarla de verde”.

PROPUESTA POLÍTICA

Con esta campaña Pacma presenta una propuesta política “ética, respetuosa y justa” con todos los habitantes de Castilla y León, incluyendo también a los animales y la naturaleza. Todo ello para conseguir que esta comunidad “resurja” con “perspectiva no solo de presente, sino también de futuro”.

También critica la “irresponsabilidad política” de los gobernantes que se han encargado de calificar a Castilla y León como “tierra de nadie y España profunda para poder hacer con ella lo que quisieran” y la han convertido, entre otras cosas, en una tierra “tristemente conocida por cosas como el Toro de la Vega en Tordesillas” y por centenares de festejos taurinos.

Además, apuesta por medidas “urgentes y necesarias” como el fomento de proyectos de desarrollo rural sostenible y la creación de empleo para frenar la despoblación, pero “sin que sea a costa de la sangre y el sufrimiento de los animales ni dañar el medio ambiente”.