PAGAN 21,5 MILLONES POR CAZAR PALOMAS TORCACES EN EL PASO PIRENAICO DE VALCARLOS (NAVARRA)

PAMPLONA
SERVIMEDIA

Un total de 21,5 millones de pesetas han pagado este año los interesados por cazar palomas torcaces en los 34 puestos del paso tradicional de Valcarlos, en el Pirineo de Navarra, considerado como uno de los más importantes del contexto nacional y europeo.

Según informaron a Servimedia fuentes del municipio, esa elevada cantidad de dinero que prácticamente triplica a la que el ayuntamiento venía obteniendo en años anteriores, obedece al creciente interés de los cazadores por las palomas torcaces como objetivo cinegético y, sobre todo, a que este año el pueblo decidió establecer la puja de modo individual, puesto a puesto, en lugar de subastar el coto en un bloque único.

De los 34 puestos del acotado de Gabarbide distribuidos desde el collado de Ibañeta hasta el de Atxistoi, a una distancia que nunca supera los cien metros de distancia los que alcanzaron una mayor cotización en la subasta pública fueron el 16 y el 17 que, en conjunto, sumaron 2.270.933 pesetas.

Sin embargo, indivualmente, los más caros son el 11, rematado en 1.506.000 pesetas, y el 10, que salió en 1.326.800 pesetas.

El más barato, por el contrario, fue el 34, que logró una cotización de 201.200 pesetas. El número 1 quedó reservado para compromisos del ayuntamiento y el 18, como es habitual desde hace unos años, permanecerá en suspenso para facilitar el paso d palomas al vecino acotado municipal de Burguete.

Entre los adjudicatarios, este año figuran, al igual que en temporadas anteriores, varias decenas de cazadores españoles y franceses, especialmente de Navarra, Guipúzcoa y de los departamentos vecinos del suroreste francés.

La caza de palomas en el paso de Valcarlos comienza a finales de septiembre, cuando las aves que emigran a los países del norte de Europa y la URSS realizan el viaje de regreso hacia sus cuarteles de invernada en los grandes eninares y alcornocales que aún sobreviven en Castilla la Mancha, Extremadura, Andalucía y provincias vecinas de Portugal, e incluso en algunos refugios del norte de Africa.

Los cazadores esperan el paso de los bandos (que también pueden ser de palomas zuritas y bravías, así como de tordos y zorzales) emboscados en chozas confeccionadas en las laderas del monte y, sobre todo, en puestos de madera que construyen y camuflan en lo alto de las hayas y robles situados en las zonas más querenciosas de los colados, donde las térmicas hacen más favorable el vuelo de los pájaros.

La caza de torcaces en Valcarlos, que en la antigüedad llegó a practicarse también con redes, como siguen haciendo en el municipio navarro de Echalar, suscita el interés no sólo de los cazadores foráneos y locales (los residentes cazan en enclaves repartidos por todo el término municipal, al margen del coto que el ayuntamiento vende en subasta pública), sino también de muchos hosteleros del País Vasco francés, que compran las paloma, casi siempre por encima de las mil pesetas la unidad, para convertirlas en una de sus principales ofertas gastronómicas.

Los días más indicados de la otoñada son los que sopla el viento del sur, el bochorno, que al darles de pico obliga a las palomas a descender de cotas de vuelo, hasta el punto que muchas veces los bandos de miles de individuos llegan a rozar las copas de los arboles y los helechales de las laderas, ofreciendo entonces un blanco más fácil a los cazadores.

No obstante y a pesarde que el paso, que suele prolongarse hasta bien entrado el mes de noviembre, incluye cada año a cientos de miles de pájaros, las capturas pocas veces sobrepasan las diez mil palomas por temporada en todo el término municipal, incluidos los puestos de Gabarbide, según consideraciones de algunos cazadores locales.

Valcarlos (Luzaide en vasco), punto de partida del Camino de Santiago desde la frontera de Francia con Navarra, el llamado "camino francés" del Pirineo navarro, tiene en la actualidad unos sescientos habitantes y comprende en sus 45 kilómetros cuadrados de superficie la totalidad del denominado Desfiladero de Roncesvalles, en el que la historia dice que las tropas autóctonas derrotaron al ejército de Carlo Magno y la leyenda señala como el escenario de la mítica "Chanson de Roland".

(SERVIMEDIA)
30 Ago 1991