Gueara intervino en una jornada organizada por el PSOE en el Senado para analizar el desarrollo de la Constitución, y centró su alocución en una amplia reflexión sobre el papel del Estatuto de Gernika y la actual situación de Euskadi.

Comenzó calificando la propuesta de Ibarretxe de "carga de dinamita" contra el Estatuto y recordando que la votación de este último, en 1979, fue todo un ejercicio de autodeterminación de todos los vascos.

En esa época, subrayó, "ETA mataba, y mucho", pero los demócrats fueron capaces de dialogar con la única separación entre ellos y los terroristas. Nadie se creía entonces, añadió, que veinte años después el PNV "iba a romper la baraja".

A quienes se resisten a creer que el PNV vaya a seguir por el camino emprendido en el último año, les respondió que "la cosa va seria" porque está utilizando el bloqueo del Estado autonómico "como excusa o coartada para justificar una nueva estrategia que en realidad viene provocada por el triunfo de las tesis independentistas denro de la dirección del partido".

SOLO "UN PASO TACTICO"

Además de que "no se puede hablar de un sector moderado en el PNV", Guevara aseguró que no existen indicios para pensar en esa rectificación. Por el contrario, se mostró convencido de que la propuesta de Ibarretxe es sólo "un paso táctico" para ganar tiempo hasta que sea viable la pretensión independentista.

Por tanto, alertó a todos los vascos de que sólo un rechazo abrumador a la propuesta de Ibarretxe, "que es muy difícil que se produzc", o una derrota electoral, "haría cambiar la estrategia y la dirección, con mayúscula y con minúscula, del PNV".

Guevara sentenció que de la situación actual de Euskadi "ninguna culpa tienen" el Estatuto ni la Constitución. "Mientras los nacionalistas no comprendan que se puede construir una nación de ciudadanos libres sin disponer de un Estado, y que para ser nacionalista no es imprescindible ser independentista ni romper vínculos de historia común con España, será imposible llegar a una solución". Con este panorama, Emilio Guevara abogó por mantener los principios que inspiraron la redacción del marco jurídico de la Constitución y el Estatuto, "hoy todavía incompleto y, sobre todo, muy desaprovechado".

Apostó por derrotar a ETA pero alertó también de la necesidad de "arrancar las raíces culturales de la violencia y el fanatismo", combatir ideológicamente el nacionalismo radical, demostrar que la propuesta de Ibarretxe no solucionaría los problemas, y comprometer el pleno desarrollo del Estauto.

Con todo ello, concluyó, los vascos podrían conseguir que los últimos cuatro años de la política de Euskadi "se desvanezcam como una pesadilla cuando los despertamos".