Así lo indicó Robert Prevost en un telegrama que remitió al nuevo Gran Duque, en el día de su ascensión al trono, según el texto facilitado por la Santa Sede.

"Me uno así a la alegría de todo un país rico en antiguas y prestigiosas tradiciones, profundamente arraigadas en la historia", indica el Papa.

"En este día de alegría, extiendo a Su Alteza Real la expresión de mi cordial consideración, acompañada de mis sinceros deseos de paz para el futuro de su país", continúa el telegrama papal, en el que León XIV invoca "la protección celestial de la Madre de Dios" e imparte la bendición apostólica tanto Gran Duque como a todos los habitantes de su país.