A través de un comunicado difundido un par de horas después de conocerse el fallecimiento de la reina, el Papa se manifestó "profundamente entristecido" y se unió "a todos los que lloran su pérdida para orar por el descanso eterno de la difunta".

Francisco hizo un llamamiento "para rendir homenaje a su vida de incansable servicio por el bien de la Nación y la Commonwealth, su ejemplo de devoción al deber, su firme testimonio de fe en Jesucristo y su firme esperanza en sus promesas".

El Papa encomendó "su noble alma a la bondad misericordiosa de nuestro Padre Celestial" y garantizó sus "oraciones" al nuevo monarca Carlos "para que Dios Todopoderoso lo sostenga con su gracia inagotable al asumir ahora sus altas responsabilidades como rey".

"Sobre ti y todos los que atesoran la memoria de tu difunta madre, invoco una abundancia de bendiciones divinas como prenda de consuelo y fortaleza en el Señor", concluyó.