Aunque el objetivo de las movilizaciones era la retirada del pararrayos, los padres de los alumnos decidieron enviar a los niños al colegio después de que un estudio técnico certificara las buenas condiciones del mismo.

El pararrayos radiactivo, instalado hace nueve años, no será retirado a corto plazo, como pretendían los padres, ya que la Empresa Nacioal de Residuos Radioactivos (Enresa) no tiene espacio para su almacenamiento, según confirmaron a esta agencia fuentes de la propia empresa.

Mercedes Rueda aseguró que tras el retraso en el inicio del curso, espera que ahora todo transcurra con normalidad, ya que no son previsibles nuevas movilizaciones.

Por su parte, la asociación de padres volverá a reunirse a finales de esta semana para estudiar un informe escrito de la empresa que revisó el pararrayos.

Según representantes de dicha organzación, si el informe no coincide con las manifestaciones verbales de los técnicos, podrían reanudarse las movilizaciones.

Este colegio ha sido el único de la provincia, junto con el de Mancha Real, en el que el curso escolar 1991-92 no se inició el pasado lunes, día 16.

El delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Jaén, Pedro Martín, manifestó la semana pasada que la solución a los problemas de estos dos centros no estaba en sus manos, ya que ambos conflictos eran extraescolares.