Dichos grupos han presentado varias preguntas a la Comisión Europea, donde recuerdan que si bien la reglamentación comunitaria no establece un tipo máximo para el vino y otras bebidas alcohólicas, alienta a la aplicación de tipos muy elevados.

Al no distinguir entre el vino y otros alcoholes, la fiscalidad produceen el sector vitivinícola un desequilibrio entre oferta y demanda y una situación discriminatoria entre los países productores de vino y los que no lo son, según los eurodiputados de los grupos mencionados.

En las preguntas orales, se solicita a la Comisión Europea si tiene intención de crear un tipo máximo o mínimo en la fiscalidad del vino, y se cuestiona si la aplicación de un impuesto expreso para este producto no va en contra del objetivo de la próxima reforma de la OCM (Organización Común de Merado) del sector.

También se sugiere que una política de promoción de las exportaciones vinícolas y una fiscalidad reducida, "permitiría la salvaguardia y el mantenimiento de la cultura tradicional que representa el vino".