La nueva ley establece que la construcción de carreteras podrá financiarse con la imposición de contribuciones especiales a titulares de fincas o establecimientos que puedan beneficiarse de las nuevas vías.

Los portavoces de la oposición en la Cámara rechazaron en términos generales el texto, que se aprueba con cuatro añs de retraso sobre su presentación en el Parlamento, por entender que es una mera copia de la ley estatal y no atiende a las especificidades del territorio gallego.

Por el Bloque Nacionalista Galego (BNG), Francisco Trigo reclamó la eliminación del artículo que prevé las contribuciones especiales como método de financiación, que a su juicio sólo sería aceptable si la Xunta asumiera todas las carreteras de Galicia y sólo para las vías de carácter local. Este portavoz también rechazó la puerta abierta e el artículo 23 de la ley a la implantación de peajes en vías autonómicas.

Trigo y el portavoz del PSdeG-PSOE, Carlos Baños, coincidieron al rechazar la creación de una empresa pública para la construcción y gestión de las carreteras, por entender que de este modo los futuros planes se aprobarán a espaldas del Parlamento.