En un comunicado, COAG denuncia que los agricultores reciben un precio un 70% por debajo del coste de producción, mientras que la cadena de distribución "dispara" el precio, que sufren los consumidores.

COAG ha seguido los pasos de un kilo de patatas desde que sale de la huerta con un precio de 7 céntimos el kilo. A este importe se suman los costes de lavado, manipulado, transporte y un margen comercial del 10% para los mayoristas, que elevan el precio hasta 0,22 euros el kilo.

Las patatas llegan así a manos de los minoristas (las tiendas) a un precio de 0,22 euros el kilo y éstos las ponen al público a 0,70 euros.

"El último eslabon, el de la distribución minorista, es el que más encarece los precios", dicen los agricultores, antes de pedir a la Administración que intervenga y evite estos "abusos" y desequilibrios.

La organización denuncia la "situación crítica" de los productores y lamentan que, por si fuera poco, estos precios no se trasladan a los consumidores.