Pizzaballa hizo ese llamamiento hace unos días en una misiva dirigida a toda la comunidad católica encabezada por la cita de San Pablo "Porque Dios no es Dios de desorden, sino de paz". “El dolor y la consternación por lo que está sucediendo son grandes. Una vez más nos encontramos en medio de una crisis política y militar. De repente fuimos catapultados a un mar de violencia sin precedentes. El odio, que lamentablemente ya hemos experimentado durante demasiado tiempo, aumentará aún más, y la espiral de violencia que sigue creará más destrucción. Todo parece hablar de la muerte”, expuso.

Por ello, llamó a no quedarse “impotente” en este momento “de dolor y consternación”. “No podemos permitir que la muerte y sus aguijones sean la única palabra que se escuche”, remarcó.

El patriarca, presidente de la asamblea de los obispos de Tierra Santa, confesó que siente “necesidad de orar” para encontrar “la fuerza y la serenidad para vivir este tiempo”, prosiguió en su invitación al ayuno y la oración a todas las parroquias y comunidades religiosas.