En declaraciones a Servimedia, una fuente de Confecarne explicó que "este acontecimiento que se produce ahora no tiene nada que ver con la situación actual de la producción".

Indicó que en 2001 se tomaron medidas oportunas para que en estos momentos la situación sea segura y los controles exhaustivos en toda la cadena, tanto en España como en el resto de Europa.

En esos momentos subieron los niveles de seguridad "muchísimo", recuerda esta fuente, y los datos demostraron que los casos de ganado afectado por la encefalopatía descendieron y además, las reses que fueron detectadas fueron apartadas de la cadena agroalimentaria.

Finalmente, admitió que el sector vacuno sufrió un importante desplome como consecuencia del brote de 2001 que costó mucho recuperar y mostró cierto temor ante la posibilidad de que a partir de lo ocurrido ahora en Castilla y León se transmitan informaciones alarmistas que no dejen claro que se trata de una consecuencia de 2001 y no de un nuevo brote de la enfermedad.