López dedicó su turno de réplica en la comparecencia de Sánchez para dar cuenta de los últimos consejos europeos, que en principio aseguró que no pensaba utilizar, a responder al PP y a Vox una serie de cuestiones personales.

La primera, al también vasco presidente de Vox, Santiago Abascal, quien en su réplica se había mofado del discurso supuestamente adulador que había protagonizado López hacia el propio Sánchez. “¡Que ya le ha perdonado!”, bromeó Abascal sobre una supuesta cuenta pendiente que tendría que enmendar López por haberse opuesto a Sánchez en las primarias por la Secretaría General del PSOE en 2017.

El portavoz socialista no pudo dejar las cosas así y contestó: “Díganle a Santi, que ha hecho lo de siempre, largar y largarse, que a mis años no necesito adular a nadie, que nunca lo he hecho, que siempre digo lo que pienso y lo que siento y está en las antípodas de lo que tú representas”.

Respecto al PP, como la portavoz popular, Cuca Gamarra, le había recordado que él fue lehendakari gracias al PP vasco, López replicó: “No me habrán oído nunca renegar de ese acuerdo con el Partido Popular, ni de un Partido Popular con sentido de Estado y con visión de país. Es más, es muy necesario ese PP, pero no existe”.

A partir de ahí, López reiteró las críticas habituales del PSOE hacia el PP, que “cada vez que está en la oposición, no acepta las reglas del juego”. Lo dio en llamar “la naturaleza del escorpión”. Y entonces, conjeturó, “da igual que pongan a Borja Sémper”, porque “con su discurso le ha durado su buena imagen un telediario”.

El portavoz socialista terminó su intervención mofándose de que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se fuera al Oratorio de San Felipe Neri en Cádiz para presentar por su cuenta su Plan de Calidad Democrática, sin negociarlo ni pactarlo con nadie. “Ni el mejor Juan Palomo”, comparó.

Entre acusaciones cruzadas con diputados del PP como Juan José Matarí, López cuestionó que los populares se digan constitucionalistas cuando llevan 5 años sin cumplir la Constitución con el CGPJ, y que Feijóo fuera al origen de la soberanía popular española, la Constitución de Cádiz, cuando no respeta que la soberanía se ejerce en las urnas y el de Sánchez es el Gobierno legítimo.

También le afeó que denunciara un supuesto menoscabo de la separación de poderes y colonización de los órganos cuando el PP hizo que el Tribunal Constitucional impidiera tramitar las enmiendas a la reforma de la sedición y también repartió puestos cuando gobernó. Y finalmente recriminó al PP que “todos los que no comulgan con sus ruedas de molino son enemigos”, lo que dio en llamar “patriotismo de pulserita”.