Muñoz, que es conocido por su peculiarforma de cortarse el pelo con trazas de las banderas de Cataluña y de España, dijo que "aún costará cambiar la mentalidad de la gente, ya que no se abren todas las puertas de una vez".

El nadador pone el ejemplo delhomenaje a los medallistas de los Juegos Paralímpicos que se hizo ayer en el Nou Camp, previo al encuentro de fútbol Barcelona-Madrid. Los atletas minusválidos aclamados pasaron en breves instantes de las palmas delpúblico, a ser enviados por la organización del club a unas localidades rácticamente inaccesibles para muchos de ellos.

Sobre su victoria cuenta Muñoz que empleó "los primeros 50 metros en vigilar a mi contricante de la calle cuatro para nadar a tope en el segundo tramo de la carrera", aseguró el nadador, que nadó tranquilo en todo momento pese al desconcierto inicial que le infundió la actitud extrañada del público.

Este joven nadador tuvo en 1991 su gran año de progresión, y buena prueba de ello fueron sus registros en diversas competiciones nacionales, que le prepraron para la eclosión en este año paralímpico.

Según afirmó, sus límites de superación están lejos, "pues todavía puedo mejorar mucho los aspectos técnicos, en flexibilidad y en preparación física en general".

Los 5.000 metros de entrenamiento diario no le han impedido aplicarse en sus estudios de BUP y pasar por alto que su actividad deportiva no la respalda ninguna beca.