El portavoz gubernamental destacó que "es un buen acuerdo que da continuidad a la actividad de los pescadores españoles en Terranova, ha restablecido el derecho internacional vulnerado, y ha puesto freno a las aspiraciones de Canadá de poder actuar unilateralmente más allá de las 200 millas.

Gil rechazó algunas de las críticas de la oposción. "El argumento de la debilidad", dijo, "es un argumento manido y tópico del que hace uso la oposición para explicar una cosa y su contraria y ese tipo de críticas revelan una falta de imaginación cuando no un desconocimiento por quien las vierte sobre los asuntos".

Añadió que el acuerdo debe ser analizado en la evolución de las series históricas de capturas, ya que sólo a partir de mediados de los ochenta la flota española empezó a faenar en las pesquerías NAFO y solamente en dos campañas las capuras de la flota española han sido superiores a las que el acuerdo pesquero con Canada permite para este año 95.

Gil destacó la importancia de el acuerdo fija el porcentaje, lo que supone "una garantía de proporción sobre el total de capturas", e insistió en que es "el mejor acuerdo posible", que además va ir acompañado con mecanismos compensatorio para pescadores y armadores, por una parte, y la búsqueda de nuevas pesquerías, por otra.

Gil señaló que el presidente del Gobierno, durante este conficto, mantuvo varias conversaciones teléfonicas con el primer ministro de Canadá, Jean Chretien, y envió un carta a los primeros ministros de la Unión Europea.

Por su parte, Enrique Guerrero, secretario general de Relaciones con las Cortes, lamentó que cuando sucede una circunstancia como este conflicto "se detecta que hay mucha gente apostando porque haya problemas y porque los problemas sean más graves de lo que son en realidad y en muchas ocasiones se echa de menos una aportación de apoyo, de ayudaa los intereses nacionales. A veces se pone más el acento en la oposición política que en el aportar algo para resolver los problemas".