El fiscal acusó a Javier Oubiña de ser uno de los intrductores en Galicia, en el 89, de un alijo de casi 500 kilos de hachís, junto con José Javier Arriaza. Además de penas de 6 años de prisión, el acusador público pidió una multa de 30 millones de pesetas para cada uno.

El alijo, de 494 kilos de resina de hachís, fue localizado en octubre del año 1989 por agentes de la Guardia Civil en el interior de una zanja, en el municipio coruñés de Zas.

Pasaron tres años del hallazgo sin que se diera con los narcotraficantes responsables del alijo. Pasado esetiempo la Guardia Civil recibió una llamada anónima en la que se relacionaba el alijo con un todo-terreno visto en la zona.

Al investigar el vehículo, preparado para despistar a las fuerzas de seguridad, y los distintos propietarios del mismo, la Guardia Civil lo relacionó finalmente con los dos procesados juzgados hoy. Según el fiscal, el vehículo pertenecía a Oubiña, aunque lo matriculó a nombre del otro procesado.

El fiscal afirmó hoy que nada apunta a la actuación de una banda organizada e imlicó únicamente a los dos encausados. Los abogados defensores pidieron la libre absolución, al entender que no se ha probado la relación de los acusados con el alijo de drogas.

Javier Oubiña dijo que el vehículo donde supuestamente se trasladó la droga pertenece a una empresa suya, pero inclusó negó conocer al otro acusado, Javier Arriaza, y su abogado defensor afirmó que estaba procesado por la fama de su apellido. Javier Oubiña también afirmó no haber pisado nunca el lugar donde fue hallado el alijo