Asimismo, resaltó que esa decisión significa un "hito en la historia del derecho penal internacional", y asguró que esa decisión "servirá de ejemplo para que aquellos que violen los derechos humanos sepan que no van a quedar impunes y que no podrán ir a ninguna parte sin sentir la amenaza de la justicia".

"A partir de ahora", agregó Borrell, "se inicia un proceso que todavía va a durar tiempo, que tendremos que seguir vigilantes, manifestando en todo momento nuestra solidaridad con el pueblo chileno, con los demócratas chilenos, para dejar claro que no se trata de un enfrentamiento entre países sino simpleente de la aplicación de las normas de nuestro derecho interno, del derecho interno del Reino Unido, de la legislación internacional, para combatir, perseguir, sancionar a una persona que se ha distinguido por sus crímenes contra la Humanidad".

Borrell hizo también un llamamiento a José María Aznar y a su Gobierno para que cese a los fiscales Jesús Cardenal y Eduardo Fungairiño. "Después del estrepitoso ridículo que han hecho los fiscales Cardenal y Fungairiño es una vergüenza nacional que sigan en su puestos", dijo Borrell.

"Después de esta decisión de la justicia británica, por segunda vez, después de haber agotado todas las garantías para que no cupiese ninguna duda de que no se trataba de una decisión políticamente condicionada sino de la aplicación estricta del derecho británico, como antes lo fue del derecho español y recordando los argumentos ¡y vaya argumentos! utilizados por Cardenal y Fungairiño, sería una forma de contribuir a la lección de democracia y al respeto a los derechos humanosque se ha producido hoy en el Reino Unido, que estos fiscales fueran cesados en el ejercicio de sus funciones"