Subrayó que el impacto "no se limita al ámbito social, sino que tiene consecuencias directas en el empleo, en la economía local y en la reducción de costes en otros sistemas públicos". En este sentido, informó de que Placeat cuenta con 115 trabajadores de media anual, lo que se traduce en 1,5 millones de euros en salarios, que se reinvierten "de manera prácticamente íntegra" en Plasencia (Cáceres) y su entorno. Además, esta entidad, integrada en la confederación estatal Plena inclusión, "trabaja con 70 proveedores, de los cuales el 75% pertenecen a la comarca", lo que, según Rubio, "ayuda a sostener tejido productivo en zonas rurales y a generar estabilidad económica en territorios con menor densidad de población".

Rubio calificó estos datos como "esenciales" para entender la función que desempeñan las entidades del Tercer Sector en la sociedad y en la integración laboral de las personas con discapacidad. Frente a "la idea de que las asociaciones dependen exclusivamente de subvenciones", el responsable de Placeat defendió que la actividad de esta entidad "ahorra costes públicos sanitarios y evita institucionalizaciones más caras", además de aportar fiscalidad y consolidar empleo estable.

Durante su intervención ante los representantes de los grupos parlamentarios, Rubio subrayó también que Placeat se ha convertido en un "referente" en innovación aplicada a la discapacidad intelectual, pese a no disponer de un departamento tecnológico ni de financiación específica para desarrollarlo. Explicó que la entidad ha creado herramientas basadas en inteligencia artificial que ya se utilizan en distintos países, entre ellas un sistema para traducir textos a lectura fácil, una tecnología que mejora la comprensión para personas con dificultades cognitivas y que Placeat desarrolló inicialmente para uso interno.

PLACEAT LENS

"Lo que comenzó como una herramienta para nuestros talleres ha trascendido y ahora es empleada por entidades de todo el mundo", afirmó. Rubio destacó también el chat que convierte textos en pictogramas (de especial utilidad para personas con autismo) y la aplicación Placeat Lens, que permite comprender facturas, carteles o documentos complejos mediante su traducción automática a lectura fácil. "La tecnología solo tiene sentido si mejora la vida de las personas a las que atendemos", afirmó.

El responsable de esta asociación extremeña ilustró el efecto de estos apoyos tecnológicos con el caso de Lara, usuaria del centro ocupacional que ha accedido recientemente al empleo ordinario en el Complejo Cultural Santa María de Plasencia. "Lara llegó hace dos años, se formó, desarrolló habilidades y hoy trabaja en un entorno laboral normalizado. Ese es el objetivo final: facilitar oportunidades reales", explicó.

Rubio añadió que Placeat atiende actualmente a más de 150 personas a través de servicios como centro ocupacional, centro de día, residencias de apoyo extenso y limitado y vivienda tutelada, distribuidos entre Plasencia y la entidad menor de San Gil.

En el tramo final de su comparecencia, invitó a los miembros de la comisión a visitar las instalaciones para conocer de primera mano su trabajo y expuso los retos de futuro de Placeat: avanzar en la desinstitucionalización mediante apoyos personalizados en comunidad, abordar el envejecimiento acelerado de las personas usuarias y mejorar las condiciones laborales para retener perfiles técnicos, en un sector que "compite en desventaja con el ámbito sanitario". Rubio cerró su intervención con un mensaje dirigido a los senadores: "La discapacidad no limita, lo que limita es la falta de apoyos".