Según explicó hoy Aparicio, tras debutar como ministro en el Consejo de altos mandatarios europeos de Trabajo y Asuntos Sociales, el plan español cumple con las directrices europeas marcadas en la Cumbre de Luxemburgo, donde se insistió en fomentar el empleo para los más desfavorecidos.

Po su parte, la comisaria Diamantopoulou aseguró que es muy pronto para evaluar el plan español pero alabó los esfuerzos económicos y en materia de empleo de nuestro país, del que dijo que podría ponerse como modelo de crecimiento.

El Plan de Empleo español está dotado con un presupuesto de casi dos billones de pesetas, un 30% más que en 1999, y prevé originar un millón y medio de acciones formativas con las que acercar al empleo a 1.100.000 parados españoles.

Del más de millón de parados a los quellegará, 236.000 serán menores de 25 años, 530.000 mayores de 25 años, 285.000 parados de larga duración y 49.000 discapacitados.

El Gobierno español confía, según dijo Aparicio, en que este nuevo plan tenga buena aceptación en el seno de la UE, donde será examinado por los otros países. En las dos ocasiones anteriores en que se presentó, el modelo español logró situarse entre los mejores.

Dentro del plan, destaca la dotación para políticas activas de empleo, que se incremta en un 16,5% y alcanzalos 591.598 millones de pesetas.