Adicciones

El Plan Nacional sobre Drogas reivindica el valor de las comunidades terapéuticas, que atienden a casi 8.000 personas al año

MADRID
SERVIMEDIA

El delegado del Gobierno para el Plan Nacional Sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, reivindicó este jueves el valor del trabajo de las 125 comunidades terapéuticas que operan en todo el país en la red pública de atención, a las que cada año acuden unas 8.000 personas con problemas de adicciones.

Así lo defendió durante la inauguración del tercer encuentro virtual entre la Federación Latinoamericana de Comunidades Terapéuticas (Flact) y la Asociación Proyecto Hombre, centrado en la gestión del conocimiento en las intervenciones en adicciones y en el que participan más de 700 inscritos de 38 países.

En el acto de apertura, en el que también participaron el presidente de la Asociación Proyecto Hombre, Alfonso Arana; la jefa de Reducción de la Demanda de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas de la Organización de los Estados Americanos, Jimena Kalawski, y el presidente de la Flact, Jorge Olivares, el responsable del Plan Nacional sobre Drogas puntualizó que las personas con adicción tienen “un recurso muy importante” en las comunidades terapéuticas, “muchas” de las cuales están gestionadas por entidades del tercer sector y a las que acuden “buscando su reinserción”.

En paralelo, juzgó “crucial” el hecho de “evaluar” los resultados obtenidos en el seno de dichos recursos “para mostrar el resultado positivo del tratamiento en un ámbito muy castigado por el estigma”.

Tras explicar que la delegación concibe su “rol” como “catalizador de programas, iniciativas e innovaciones de apoyo y ayuda” a los actores “implicados” en el abordaje de las adicciones, señaló que, entre sus labores, está la de “saber cómo estamos e intentar responder para mejorar cómo estamos” en el ámbito de las adicciones, consciente de la importancia de “atender las relaciones internacionales”, que consideró “fundamentales en políticas de drogas”.

PROYECTO HOMBRE

Por su parte, Arana expuso las claves de la Asociación Proyecto Hombre, que cada año atiende a unas 18.000 personas con adiciones y familiares y llega a cerca de 100.000 personas a través de sus programas y actividades de prevención.

Desde 1984 y a través de un modelo de intervención biopsicosocial, la entidad trabaja para “acompañar” a la persona con problemas de adicciones en su “recuperación y reinserción social”, además de en “prevenir los problemas asociados al consumo, sobre todo entre los más jóvenes”, según añadió su responsable, que destacó los programas de rehabilitación en comunidades terapéuticas, el abordaje de las adicciones comportamentales y la prevención escolar, familiar, comunitaria y laboral como algunas de las áreas de trabajo más importantes de la asociación.

Asimismo, Kalawski también puso en valor la labor realizada desde la Cicad para “fortalecer” el tratamiento “con base a la evidencia” así como para el “perfeccionamiento" del trabajo que se hace en los dispositivos, incluyendo las comunidades terapéuticas, para que sus prácticas "estén basadas en la evidencia”.

“En Latinoamérica, donde no llega el Estado sí llega la sociedad civil y hay una fuerte presencia de las comunidades terapéuticas, que, en muchos casos, atienden más personas que el sistema sanitario”, apostilló, al tiempo que hizo referencia al trabajo realizado junto a la Flact para “impulsar” este tipo de comunidades y a desafíos “pendientes” como la ampliación del acceso al tratamiento por parte de las mujeres, la lucha contra el “estigma” que sufren los usuarios de drogas o la “escasez” de programas residenciales y ambulatorios. Con todo, a su entender, el “gran desafío” que afronta la región es la “expansión” del consumo de opiodes, por lo que urgió a “aprender de la experiencia que se ha tenido en España”.

Por último, Jorge Olivares se refirió en especial a las “muchas cosas en común” que tienen España y Latinoamérica en esta área, como es el hecho de que “cada día tienen una mayor oferta de drogas”, una población más joven y nuevas drogas emergentes como el fentanilo, que, advirtió, “está ya presente en algunos países y expandiéndose a gran velocidad”.

La Flact opera en 12 países, con más de 550 comunidades afiliadas a sus federaciones, y brinda tratamiento a más de 15.000 personas en modalidad residencial y ambulatoria. Su responsable precisó que la “evidencia generada ha demostrado su eficacia a nivel individual, familiar y comunitario”, si bien instó a “avanzar hacia el reconocimiento del modelo y validación de las comunidades terapéuticas”, que, según dijo, “durante más de 50 años han trabajado para dar soporte emocional, ayuda y acompañamiento a estas personas”.

(SERVIMEDIA)
28 Sep 2023
MJR/mmr