Así lo expresó planas en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, donde el titular de Agricultura presentó un informe sobre el regadío.

En dicha rueda de prensa, el ministro se refirió a la reunión de la Mesa de la Sequía prevista para mañana miércoles y en la que el Gobierno analizará con las comunidades autónomas una serie de medidas para hacer frente a esta situación que se podrían aprobar en próximas semanas.

”Estamos en un momento particularmente difícil desde el punto de vista hidrológico y de la pluviometría”, alertó Planas, quien apuntó que las precipitaciones se han reducido un 18,8% este año en relación con los cinco anteriores.

Entre las consecuencias, explicó que algunas cosechas tendrán rendimientos inferiores y que otras ni siquiera llegarán a sembrarse, ante el incremento también del coste de algunos insumos como los fertilizantes.

En referencia al regadío, sostuvo que “debe ser sostenible de cara al presente y al futuro si queremos mantener el nivel de producción y las exportaciones” por lo que se debe proceder a su modernización, así como a utilizar otros caudales de agua procedentes de la reutilización y la desalación.

Para ello, según el informe presentado por Planas, el Gobierno contempla una inversión de 2.130 millones de euros entre 2022 y 2027, cifra que más que duplica los datos de las dos primeras décadas del siglo XXI.

De dicha inversión, una partida de 1.255 millones procederá de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, mientras que los 875 millones restantes procederán de los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Con estas inversiones, el Gobierno persigue el objetivo de reducir un 10% el consumo de agua destinada al riego a través de 96 actuaciones en 15 comunidades autónomas.