A diferencia de lo ocurrido la pasada semana, en que estaban invitados una treintena de artistas y cieneastas, los más de 70 invitados a seguir el desarrollo del pleno de hoy habían entrado en su totalidad sólo diez minutos después del inicio de la sesión.

Según indicaron varios de los invitados que esperaban a las puertas del Congreso antes del inicio del pleno, los controles policiales fueronlos habituales, e incluyeron la inspección de bolsos y mochilas por escáner y el cacheo de los visitantes.

Un grupo de 18 estudiantes que ya habían asistido anteriormente a otros plenos en calidad de invitados aseguraron que ése es el procedimiento que siempre se ha seguido en el acceso de invitados del Congreso.

Unos quince minutos después del comienzo de su discurso, Aznar fue interrumpido por un joven que, puesto en pie, mostró un cartel de pequeñas dimensiones en el que se podía leer "No a laguerra".

La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudí, ordenó la reglamentaria expulsión de esta persona por los servicios de la Cámara, que lo desalojó sin incidente alguno.

Minutos después, otro grupo de cinco personas mostró otro cartel similar y gritó al presidente "No a guerra, si a la paz", hasta que fue también desalojado sin oponer resistencia.