En declaraciones en los pasillos del Congreso de los Diputados, Belarra justificó la iniciativa en “los datos que se conocieron en el día de ayer de ayer y que evidencian que la rebaja en el IVA no ha tenido el impacto suficiente que se esperaba y que su impacto ha sido limitado”, puesto que el IPC se mantiene cercano al 6%.

Ante el “silencio administrativo negativo” del PSOE, como dio en llamar irónicamente el que los socialistas no hayan dado respuesta a su propuesta del tope a una cesta básica de los alimentos, Belarra concretó este plan B “muy similar a lo que ya se hizo con los carburantes en los pasados meses, y que se trata de una bonificación del 14% en una cesta básica de los alimentos, que permitiría situar los precios en los que tenían cuando comenzó la invasión rusa en Ucrania en febrero del año pasado”.

Para la líder de Podemos, esto “tendría un efecto inmediato en uno de los principales gastos que tienen las familias de nuestro país”, aunque insistió también en la de limitar al euríbor más un 0,1% la subida de las hipotecas variables. Ambas serían, en opinión, “el complemento adecuado al escudo social”.

Belarra apuntó que ella sigue “pensando que la mejor propuesta, la más barata, porque es gratis” para las arcas del Estado, “es la del tope a una cesta básica de los alimentos”, pero que, ante la negativa del PSOE, ésta de las bonificaciones es “más aceptable para el Partido Socialista”. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, acababa de decir que ella prefería que la rebaja de los precios fuera a costa del margen de las grandes distribuidoras y no del erario público, pero ésa ha sido siempre también la primera opción de Podemos.

Preguntada por estas palabras de Díaz, la líder de Podemos puntualizó que su partido cree que “en cualquier caso debe haber un gravamen extraordinario a las grandes distribuidoras y también un control muy exhaustivo para que esas grandes distribuidoras no se atribuyan los beneficios, y que esa inversión que está haciendo el Estado no sea a más gloria de las grandes distribuidoras”. Fuentes de Podemos concretaron que se debería inspeccionar que los supermercados apliquen la bonificación al precio final y, si no, reciban sanciones.