El detenido es un conocido empresario de la hostelería de Málaga, que regenta una popular cafetería enclavada en el Paseo Marítimo de la ciudad.

M.M.E. utilizaba la cafetería para conectar con los jóvenes, a los que después de ganar su confianza invitaba a su apartamento, donde los corrompía mostrándoles vídeos pornográficos e incitándoles a las relaciones homosexuales. Asimismo, según la policía, M.M.E. introducía a sus víctimas en el consumo de alcohol y dogas, especialmente hachís y cocaína.

Para lograr atraer a los jóvenes, el ahora detenido les hacía regalos, como camisetas de marcas de calidad, que habitualmente adquiría a bajo precio procedente de robos y hurtos en centros comerciales. En uno de los casos investigados, el presunto corruptor regaló a un joven una moto de gran cilindrada.

La policía tuvo conocimiento de la actividad del conocido empresario de la hostelería por la denuncia interpuesta por el padre de un joven, que trabajaba comocamarero en la mencionada cafetería. Este menor llegó a fugarse de su domicilio para convivir junto a su patrón.