Según informó el Ministerio del Interior, el empleo de estos rodamientos hubiera puesto en riesgo la seguridad de los trenes y la de los propios pasajeros, ya que su rotura produciría el descarrilamiento de los vagones.

La investigación se inició por la denuncia de una empresa, que alertó de la adquisición de 160 rodamientos supuestamente de su marca por parte de Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana, pero que habían sido suministrados por otra empresa que participaba en el concurso público y que obtuvo la licitación por el mismo precio que ellos.

APARIENCIA DISTINTA

Cuando Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana recibió el primer pedido de 80 rodamientos, sospechó de ellos por la poca similitud que existía entre los recibidos y los que ya tenían originales de esa misma marca, por lo que se pusieron en contacto con la empresa investigada, quienes les enviaron un documento que supuestamente confirmaba su autenticidad.

Debido a que el citado documento parecía fraudulento, Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana se puso en contacto con el fabricante original, quien, con sus propios peritos, confirmaron la falsedad de los rodamientos. Tras ello, presentaron una denuncia por vulneración de la marca y por el elevado riesgo de falsificar piezas de esta importancia para la seguridad de los convoyes.

Tras la investigación a la empresa suministradora de los rodamientos ‘piratas’, se procedió a la inspección de dos naves en Zaragoza, encontrándose la muestra de los rodamientos vendidos a Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana. Además, se incautaron en Valencia los 160 rodamientos vendidos. Hay una persona detenida y otra investigada por delitos contra la propiedad industrial y de contrabando.