Las responsables del convento de religiosas Hermanas Franciscanas Blancas denunciaron ante la policía estos hechos, que, según la Jefatura Superior, podrían haber sido protagonizados por jóvenes que utilizan el camposanto como lugar par divertirse.

Las religiosas presentaron la denuncia tras observar daños en algunas cruces e inscripciones en los panteones. Además, los gamberros introdujeron en el cementerio varias sillas y un tablero de "ouija". También se sospecha que los jóvenes puedan utilizar el camposanto para practicar juegos de rol.

Por su parte, fuentes de la comunidad religiosa indicaron a Servimedia que en ocasiones anteriores los jóvenes han sacado cuerpos de las tumbas y han manipulado los cadáveres.

El cementrio del citado convento de Pamplona fue asaltado por tercera vez durante la pasada Nochevieja. En esa ocasión, indicaron las fuentes consultadas, los profanadores de tumbas dejaron abandonados en el camposanto una mesa con varias sillas, un tablero de juego y cabos de vela.

Durante la noche habían roto las cruces y las lápidas con los nombres de las religiosas que yacían en el cementerio, pero en anteriores ocasiones habían llegado a abrir tumbas y extraer cuerpos cuyos miembros esparcieron por el cemnterio.

La primera vez que asaltaron este cementerio, cobijado en un pinar, los atacantes rompieron la puerta del osario para extraer restos mortales. En otra ocasión profanaron dos tumbas y sacaron los cadáveres de sus nichos.

Fuentes cercanas a la investigación señalaron que hechos similares se han producido en cementerios de otras localidades navarras.