Todas las partes firmantes coincidieron en afirmar que se abre una nueva etapa de relaciones laborales en las islas Baleares. El pacto, con una duración de tres años, cuenta con un presupuesto de 12.711,361 millones de pesetas en 1997.

El acuerdo prevé incrementar las posibilidades de creación de puestos de trabajo en Baleares, la potenciación de la contratación indefinida e detrimento de la temporal, la realización de cursos de formación y las ayudas a la innovación tecnológica de las empresas, entre otros puntos.

El objetivo global del pacto, según explicaron las partes firmantes, es paliar la estacionalidad y la precariedad del empleo que provoca la economía turística de las islas.

El secretario general de CCOO en Baleares, José Benedicto, afirmó que desde que Cristófol Soler sustituyó a Gabriel Cañellas al frente del Ejecutivo regional hubo "un cambio", y que Jame Matas, que sustituyó a su vez a Soler, supuso "un paso más".

Por su parte, el secretario general de UGT en las islas, Lorenzo Bravo, explicó que el pacto es "el reconocimiento del papel institucional de los sindicatos", que no se había logrado en los últimos 13 años.

Gabriel Cañellas dimitió como presidente del Gobierno balear en agosto de 1995. Le sucedió Soler, que fue sustituido por Matas el pasado mes de junio.

El pacto por el empleo ha sido firmado por el mandatario autonómico Jaume atas; el consejero de Trabajo y Formación, Guillem Camps; los secretarios generales de UGT y CCOO en las islas, Lorenzo Bravo y José Benedicto, respectivamente; el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares, Josep Oliver, y el residente de la Pequeña y Mediana Empresa del archipiélago, Antoni Marqués.

Baleares registró el pasado mes de septiembre la cifra de parados más baja de los últimos 15 años, con 29.353 desempleados inscritos en las listas del Instituto Nacional de mpleo y una tasa de paro del 7,53 por ciento, una de las más baja de todo el país.