El Pleno del Parlament balear fue el escenario este mediodía en el que socialistas y populares coincidieron en subrayar la estabilidad política como punto de partida para afrontar en mejores condiciones la actual situación de crisis económica en las islas.

Un estado de cosas al que se han visto abocados los partidos de izquierda que gobiernan con Unió Mallorquina (UM) en coalición y la oposición del PP después de la imputación por presunta corrupción del ex portavoz de UM Bartomeu Vicens, cuyo paso al Grupo Mixto ha puesto en peligro la estabilidad del Govern.

Estarás ofreció al socialista Antich "diálogo en serio pensando en el interés de la sociedad balear", y advirtió que"hablaremos de política de seriedad".

"Hay que iniciar una nueva etapa política y mi actitud", aseveró, "es de lealtad, de ida y de vuelta", por lo que "le pido que ahora fije las reglas" de ese diálogo.

Antich, en su respuesta, afirmó: "Le agradezco sus palabras de acuerdo", aunque se atribuyó el buen clima de relación política entre gobierno y oposición que ha permitido consensuar en lo que va de legislatura iniciativas como la ley de vivienda, la de medidas urgentes o que "estamos gobernando esta comunidad con el conjunto de los agentes sociales y económicos".

Pese a reconocer que la pérdida de apoyo de un parlamentario, el regionalista Bartomeu Vicens, supone un riesgo para el Govern, recordó, no obstante, que "todas las fuerzas que dieron soporte al Govern siguen dando su apoyo".

"Mi idea", agregó Antich, "es seguir gobernando y por tanto (el Govern) tiene estabilidad suficiente para seguir dando respuestas a los ciudadanos. También es verdad que he hecho una llamada a la responsabilidad y la idea de ampliar pactos ante esta situación tan difícil".