El PP defendió en el Pleno del Congreso de los Diputados su proposición no de ley que insta al Gobierno a aprobar una “Estrategia Integral para una Transición Energética limpia, justa y competitiva”, con participación de las comunidades autónomas y los sectores productivos afectados. En concreto, defiende elaborar un plan nacional para desplegar las renovables, reconsiderar junto a las empresas el cierre programado de las nucleares para extender su vida, elaborar un Código Nacional de Neutralidad Tecnológica, revisar la fiscalidad energética y no crear nuevos impuestos, una hoja de ruta para la descarbonización y la aprobación de un Estatuto de Consumidores Hiperintensivos de Electricidad y de gas, un plan Renove para las infraestructuras de recarga y un mecanismo que adapte la situación española a las recomendaciones del informe Draghi.

Durante el debate parlamentario, el diputado del PP encargado de defender la iniciativa, César Sánchez, comenzó su discurso aludiendo al apagón del lunes de la semana pasada, que calificó como “auténtico apagón informativo”, y urgió a que la titular de Energía, Sara Aagesen, y la presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, comparezcan en el parlamento.

Tomando este punto, Sánchez lo ligó con la iniciativa que presentaba en la Cámara señalando que “es un error desmantelar la nuclear” mientras no haya una “alternativa sólida y estable” para el sistema energético. También denunció el “infierno fiscal”, como ha acuñado el PP, del Gobierno hacia “familias, industrias, pymes”. Aseguró que el PP defiende cumplir con los compromisos climáticos y “hacerlos compatibles con la economía”.

“Un país como España no puede permitirse quedarse a oscuras nunca más, este Gobierno no está preparado para proteger a los españoles y garantizar su seguridad”, aseveró.

Vox presentó una enmienda que va más allá y pide derogar el pacto verde europeo, cancelar el cierre de las nucleares y reabrir la central de Garoña, eliminar los impuestos verdes, suspender el mercado de derechos de emisión y “proteger el campo español frente a las macroplantas solares”. El PP rechazó esta enmienda.

El diputado de Vox Ricardo Chamorro defendió su iniciativa alternativa porque la del PP “no rompe con nada”, “se limita a maquillar y sigue dentro del marco ideológico de la agenda 2030”.

Por Junts, Pilar Calvo dijo que se preguntan si hace falta cerrar o no las nucleares después del apagón, pues “faltan baterías y sistemas de protección” ante cambios de tensión y “la más convencional aporta más estabilidad a la red”. Recordó que en Cataluña, la nuclear cubre más de la mitad del consumo eléctrico de la región.

Calvo dijo estar de acuerdo con algunas propuestas y situó a su partido “al lado de la industria de la cogeneración mientras no existan gases renovables con suficiencia y a un precio que nos permita ser competitivos” y en contra de “presionar a la generación industrial con que se electrifique cuando no le dan acceso a más energía eléctrica”. “En la política a nadie debería darle miedo abrir el debate, lo que debería darles miedo es dejarlo a oscuras”, concluyó.

Por ERC, Teresa Jordà clamó que “el tiempo de las nucleares se acaba” y defendió “avanzar hacia un sistema 100% renovable”. También sostuvo que su partido no comprará “ningún papel para imponer la agenda nuclear ni tampoco para imponer una agenda para frenar un futuro limpio y sostenible”. Bildu y Sumar también se opusieron a la continuidad de las nucleares.

El PNV y el PSOE coincidieron en criticar que la iniciativa del PP está “desfasada” porque es del pasado mes de octubre. La diputada socialista Cristina Narbona comparó la respuesta del apagón por parte del Gobierno central con la de la dana por parte del Gobierno de la Comunidad Valenciana del PP. “No quiero ni imaginar este apagón con alguno de ustedes al frente”, afirmó. Narbona dijo que muchas de las centrales están cerradas porque “ya no les convienen los precios tan bajos a los que se puede llegar hoy en España gracias al despliegue masivo de las renovables”.