La iniciativa, presentada por el PSOE, salió adelante con 33 ‘síes’ y 2 ‘noes’. El diputado del PP Luis María Beamonte argumentó durante el debate que, aunque la iniciativa “carece de sentido” porque el Tribunal de Cuentas ya lleva a cabo estas fiscalizaciones, su partido la apoya “con mucho gusto” porque “quien nada oculta, nada teme”.

Además, trasladó al partido de Abascal que aprobará con su voto otra iniciativa paralela presentada por Vox para fiscalizar las cuentas de todas las fundaciones y entidades vinculadas a partidos políticos desde su fecha de creación. Pero este gesto no ha sido suficiente para evitar el malestar en Bambú, sede nacional de su rival en la derecha.

Su portavoz en el Congreso, Pepa Millán, espetó al PP que “ojalá se afanara en pedir ese tipo de responsabilidades al PSOE en lugar de fiscalizar a Vox”, y recriminó a los populares su “incoherencia” porque “se manifiesta los domingos” contra el Gobierno de Pedro Sánchez para después “hacerle el juego” al PSOE.

No obstante, Millán auguró en una rueda de prensa en la Cámara Baja que el informe de fiscalización especial será favorable para los intereses de Vox.