Así lo denunció este martes la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en un comunicado en el que precisó que la última subida, la novena consecutiva, ha provocado que, en términos interanuales, haya pasado de valer 13,96 euros a 18,63 euros, lo que representa el mayor incremento desde que se estableció el sistema actual y roza el máximo legal permitido por la normativa.

OCU subrayó que, a pesar de que en esta nueva revisión de precios había “expectativas” de una bajada debido a la reducción del déficit de tarifa y la menor demanda una vez pasado el invierno, la guerra en Ucrania y el incremento “desbocado” de los precios de la materia prima han “propiciado” una nueva subida del 4,96% respecto al precio anterior, “apurando”, a su juicio, el límite legal del 5%.

Con esta revisión de precios la organización advirtió de que comprar la bombona supondrá un “mayor gasto, que apretará todavía más el cinturón” de los hogares consumidores de butano, que, lamentó, “tienden a ser de menores recursos o de zonas en las que escasean las alternativas”.

Por ello, reclamó una “ampliación” del bono social térmico “acorde” con el incremento de los precios del gas y el butano que “compense” las subidas y que se “agilicen” tanto la concesión del bono social térmico como el pago, para que esta medida destinada a “aliviar” la situación de los hogares más vulnerables “sea verdad”.