Así lo advirtió la OCU en un comunicado en el que precisó que “no ha sido una subida homogénea en el tiempo", pues entre 2021 y 2022 el precio del café molido de mezcla se incrementó un 28%; entre 2022 y 2024, en alrededor de un 9% anual y desde mayo de 2024, un 54%.

Dicha subida tampoco ha sido “igual en todas las marcas”, según la organización, pues un seguimiento de precios por marcas que realiza desde 2022 revela que las “mayores subidas” se produjeron en Candelas, Toscaf, La Estrella, Carrefour, Auchan y Marcilla, que han “duplicado su precio en menos de tres años”.

El encarecimiento del precio del café es “menor” en otros tipos de preparación, como en el café soluble descafeinado Nescafé, que aumentó su coste un 28% en los últimos cuatro años y en el café en cápsulas Dolce Gusto, que ahora es un 17% más caro.

“En el caso del café soluble descafeinado es posible que la menor subida responda al proceso de elaboración, menos delicado que en el café molido, ya que no se trata de un producto de especialidad. Mientras que en el café en cápsulas la razón tiene que ver con el menor valor del café en el precio final del producto, en el que prima la presentación y la comodidad de uso”, prosiguió la OCU.

SUBE EL CONSUMO

En este contexto, puntualizó que, “a pesar de todo”, la subida del precio del café “no parece estar incidiendo demasiado en su consumo”, ya que, de hecho, “subió un 3,7% el año pasado, hasta alcanzar los 4,22 kilos por persona al año”.

“Aunque sí en el aumento de las ventas de los cafés de marca blanca, más baratos, en detrimento de las primeras marcas”, apostilló, al tiempo que subrayó que entre 2022 y 2023, último año del que se dispone de datos, en el café molido la cuota de mercado de la marca de distribución ha subido del 50,3% al 53,4% y más en el café en cápsulas, que ha pasado del 40,2% al 47,3%.

No obstante, la organización aclaró que la subida de los precios “no es exclusiva de nuestro país”, dado que la variedad arábica, que representa el 75% de la producción mundial, "ha multiplicado su precio casi por tres en los últimos cuatro años" por "distintos factores" como las malas cosechas, el aumento del consumo, problemas en el transporte y la aplicación de nuevas tasas internacionales.

“No en la Unión Europea, que ante la subida de precios decidió suavizar la normativa que impide importaciones que no garanticen cultivos sin efectos sobre la deforestación en los países productores. Y las perspectivas no son halagüeñas: el mercado de futuros del café roza de nuevo máximos históricos, lo que hace prever nuevas subidas”, sentenció.