El programa de estas jornadas, que se celebra hasta el próximo viernes 16 de mayo, consta de una exposición itinerante y conferencias en las que participarán representantes de organismos e instituciones europeas.

La Social Economy Europe es el nuevo nombre que ha adoptado la Confederación Europea de Cooperativas, Mutualidades, Asociaciones y Fundaciones, que representa a nivel europeo a la economía social, y que incluye a cooperativas, mutualidades, asociaciones, fundaciones y empresas de inserción social.

La presentación del nuevo nombre de la organización se celebró en el marco de un seminario internacional sobre Economía Social que tendrá lugar hasta el próximo viernes en Bruselas.

El objetivo fundamental de esta iniciativa es dar a conocer la aportación que la economía social realiza al conjunto total de la economía y de la sociedad en Europa.

La economía social representa el 10% de la economía europea, lo que significa que emplea a más de 20 millones de trabajadores en toda Europa.

Para Anne Ferreira, europarlamentaria miembro del Partido Socialista europeo, la economía social tiene tres características básicas: democracia, solidaridad e innovación.

"La economía social es realmente una alternativa a la economía financiera, propone objetivos diferentes con intereses más colectivos. La presencia de personas discapacitadas en las empresas europeas aporta el desarrollo de valores fundamentales para el crecimiento de Europa", declaró la diputada europea y vicepresidenta del intergrupo de economía social del Parlamento Europeo.

Por su parte, Miguel Ángel Cabra de Luna, representante de la European Social Economy Category y director de Relaciones Institucionales de la Fundación ONCE, consideró que el objetivo prioritario debe ser la organización tanto a nivel nacional como europeo.

"No podemos obviar que es una realidad emergente que marca la señas de identidad de un modelo social con ejemplos como la incorporación de mujeres al mercado laboral y de personas con discapacidad", indicó.

El presidente de la SEE, Alain Coheur, destacó la importancia de la voluntad y la unanimidad de crear un gran modelo social europeo.

Según Miguel Ángel Cabra, lo realmente importante es organizar la representatividad de manera que se pueda establecer un estatuto europeo de mutualidad, lo que conllevaría poder realizar actividades transfronterizas.

"En España son ejemplo de economía social las cajas de ahorro, las aseguradoras, las empresas de manufacturación, el sector sanitario y la agricultura, donde las cooperativas están presentes en la mayor parte del campo español", señaló Cabra de Luna.

Los datos ofrecidos por la Confederación Empresarial Española de Economía Social (Cepes), agrupación que defiende los intereses de más de 50.000 empresas, señalan que la economía social aportó un beneficio anual de 110.000 millones de euros en 2006, el 10% PIB del país.

Más de 10 millones de ciudadanos pertenecen a alguna de las asociaciones de economía social, lo que supone casi dos millones y medio de empleos.

Las empresas con economía social apuestan por un equilibrio entre la competencia y la competitividad. Para ello abogan por la prevalencia de lo humano sobre el capital, los criterios basados en la colectividad, la organización con bases democráticas, el apoyo del desarrollo y la cohesión social.

La economía social presta soluciones a los problemas de empleo local, de la inmigración y de la integración de algunos colectivos. En definitiva, apuesta por desarrollar una sociedad más igualitaria basada en los valores de la solidaridad y la responsabilidad social.