El presidente aboga por el consenso en la regulación de la huelga -----------------------------------------------------------------
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El presidente del Gobierno, Felipe González, y los líderes de UGT y CCOO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, convinieron hoy en la necesidad de "normalizar" las relaciones entre Ejecutivo y sindicatos al más alto nivel y superar la "guerra fría" que mantienen desde hace dos años.
González recibió en el Palacio de La Moncloa a los dirigentes sindicales, con quienes trató de forma casi monográfica y durante dos horas y media la crisis industrial.
Reondo y Gutiérrez presentaron un informe al jefe del Ejecutivo, en el que reclaman la apertura de mesas de diálogo de carácter regional y sectorial para afrontar la "preocupante" crisis industrial que, en su opinión, atenaza a la práctica totalidad de las regiones españolas.
El único compromiso que consiguieron arrancar del presidente es que en el plazo máximo de 15 días, les remitirá por escrito una contestación a su informe, según explicaron los líderes de UGT y CCOO en una rueda de prensa celebrada l término de la entrevista.
Pese a que no lograron ninguna promesa concreta, ambos dirigentes resaltaron el carácter "fluido" de la reunión y coincidieron en resaltar que, tras este encuentro, "se puede iniciar una normalización del diálogo entre el presidente y los sindicatos más representativos", afirmó Antonio Gutiérrez.
El secretario general de CCOO explicó que Felipe González les había mostrado su deseo de que estas reuniones no sigan teniendo carácter "excepcional" y se conviertan en ordinaias.
El jefe del Gobierno y los líderes sindicales no se reunían para analizar la situación de la economía nacional desde abril de 1990, con motivo de la negociación sobre la segunda fase de la concertación social. La entrevista de hoy fue solicitada por los sindicatos a finales del mes pasado.
AGRAVIOS COMPARATIVOS
El informe presentado hoy por las centrales subraya "la seria preocupación" de los sindicatos mayoritarios por "el alarmante descenso de la actividad industrial en España", que se h traducido básicamente en una continua pérdida de peso de la producción industrial respecto del PIB (del 29,2 por ciento en 1986 al 25,6 por ciento en 1990), mucho mayor que la experimentada por la media comunitaria (44 por ciento).
El estudio también destaca que el 10 por ciento de los asalariados de la industria están afectados por expedientes de regulación de empleo, cifra que se eleva hasta el 35 por ciento en el caso de Castilla y León y al 25 por ciento en el País Vasco.
Felipe González tamién escuchó la opinión de los sindicatos sobre conflictos puntuales que afectan en estos momentos a varios sectores económicos del país, como el textil, la siderurgia y la hostelería.
Asimismo, los líderes sindicales expusieron su malestar por los "agravios comparativos" entre regiones en que, a su juicio, están incurriendo las diferentes administraciones a la hora de abordar los problemas industriales que se les plantean.
"Afortunadamente, antes de venir aquí parece que ha quedado aparcado eso d que la mejor política industrial es la que no existe", aseveró Gutiérrez.
PARTIDARIO DEL CONSENSO
Capítulo aparte de la reunión mereció el plan de convergencia económica con Europa que ultima estos días el Ejecutivo. El presidente sugirió la posibilidad de mantener en breve una nueva entrevista para abordar en detalle esta cuestión.
Redondo y Gutiérrez insistieron en que en ningún momento se vinculará el futuro de las negociaciones sobre la crisis industrial con las que se puedan abrir en relaión con el plan de convergencia.
Aunque se preveía que el proyecto de ley de huelga que prepara el Ejecutivo iba a ocupar gran parte de la reunión, este asunto sólo fue tratado de manera tangencial y al final de la entrevista.
No obstante, Felipe González motró su opinión favorable a alcanzar un consenso entre las fuerzas políticas y sociales. "Nos ha dicho que sería bueno aprobar la ley por consenso", afirmó Antonio Gutiérrez.
El dirigente de Comisiones consideró que, sobre este punto, "no e puede anvanzar negando la hipótesis del consenso y tratando de imponer una ley". La ministra Portavoz, Rosa Conde, afirmó el pasado viernes que el Ejecutivo aprobará esta ley con o sin el respaldo de los sindicatos.
(SERVIMEDIA)
04 Mar 1992
JRN