De Puig achaca a un "exceso de nacionalismo en la conceción de defensa y a una voluntaria aceptación del papel predominante de la OTAN" el entorpecimiento que padece la construcción de una defensa europea más consistente que la actual.

A su juicio, "la defensa europea avanza muy lentamente", en contra de lo que difunden en sus declaraciones públicas los ministros europeos de Defensa, entre ellos, particularmente, el también español Eduardo Serra.

El presidente de la Asamblea de la UEO considera que el rechazo sufrido de todas sus propuestas ante situciones graves (Bosnia, Kosovo, etc.) se atribuye a que "no hay una conciencia común en el campo de la defensa y reiteradamente la división de opiniones y de intereses se ha impuesto a la voluntad de intervenir".