Pascual Marco, que no tiene ningún tipo de parentesco con el ex presidente regional, era vicepresidente de la Diputació Provincial de Zaragoza en 1990, cuando José Marco, que presidía esa institución, utilizó presuntamente fondos públicos para pagar la factura de un sillón, valorado en 77.997 pesetas, que posteriormente se llevó a su domicilio particular.

Según la fiscalía, Pascual Marco dio el visto bueno a la mencionada factura que ha costado a José Marco su encausamiento por los presuntos delitos de falsedad en documento público y malversación de caudales públicos y que justificaba el pago bajo el epígrafe "restaurción de unas sillas del palacio de Sástago (sede de la Diputación)".