Solbes recalcó que el debate presupuestario debe partir de la premia de que los comicios generales se celebrarán en marzo e indicó que, por la lógica que se deriva de ese calendario, "el Gobierno que salga de esas elecciones difícilmente estará en condiciones de abordar ningún asunto presupuestario hasta junio o julio".

Sin embargo, Solbes ha reconocido las altas probabilidades de que el Presupuesto no llegue a aprobarse, e indicó que, en ese caso, "se prorrogarán automáticamente los Presupuestos en vigor para 1995".

"Pero el Gobierno cumplirá tambien sus comproisos con la sociedad española que no debe verse perjudicada en sus intereses inmediatos por tal actitud del Parlamento", ha añadido Solbes, que ha concretado que se adoptarán las medidas necesarias para revalorizar las pensiones y el sueldo de los funcionarios, y para cumplir el objetivo de déficit público.

Tras esta advertencia de carácter político, Pedro Solbes ha insistido en que los Presupuestos son la única garantía de mantenimiento del crecimiento de la economía española, la posibilidad de una rducción de los tipos de interés, y el cumplimiento de los criterios exigidos para acceder a la última fase de la Unión Monetaria.

Según el ministro de Economía, estos presupuestos de carácter "restrictivo" parten de la base de un crecimiento económico del 3,4% del PIB para 1996, sostenido fundamentalmente por la demanda interna, en la que el consumo comenzará a tirar hasta alcanzar un crecimiento del 3% en 1996.

ENTRE 570.000 Y 590.000 EMPLEOS

El escenario que enmarca el Presupuesto prevé la cración de entre 570.000 y 590.000 puestos de trabajo entre 1995 y 1996, lo que supondría la consolidación de una tasa de generación de empleo de entre el 2,4 y 2,6% y reduciría la tasa de paro a finales de 1996 al 21,5% de la población activa.

El ministro de Economía confía en cumplir los objetivos de inflación que permitan situar el IPC en el 3,5% a finales del próximo año, a pesar de la reactivación prevista del consumo, que será compensada por las políticas fiscal y monetaria.

Sin embargo, Solbs no ha dejado de señalar que el principal objetivo de la política económica y presupuestaria reside en el control de las cuentas públicas, con el compromiso de "reducción del gasto público", respecto a lo cual ha recordado algunas medidas ya adoptadas como el proyecto de Ley General Presupuestaria.

A la hora de describir los objetivos del Presupuesto que el Gobierno presenta ante la Cámara Baja, el ministro de Economía ha confirmado que el objetivo de reducir el déficit público al 4,4% del PIB para e conjunto de las administraciones públicas es el factor principal del proyecto. Un objetivo que considera "irrenunciable" y respecto al que se ha comprometido a un cumplimiento "estricto" que permita reducir el déficit de la administración central al 3,8%.

GARANTIZAR LA COBERTURA DE PROTECCION SOCIAL

Paralelamente, ha destacado la voluntad del Gobierno de garantizar "la cobertura efectiva de los gastos de protección social" que se manifiesta en una dotación global de 15,68 billones de pesetas, que rpresentan el 53,5% de los recursos asignados en el presupuesto y suponen un crecimiento del 1,9% respecto al año anterior.

Dentro de estos gastos, los de sanidad y pensiones experimentan un crecimiento del 7,5 y el 7,1%, que suponen 3,58 y 7,52 billones de pesetas, respectivamente.

Los sueldos de los empleados públicos mantendrán su poder adquisitivo, de acuerdo con la previsión de IPC del 3,5% para 1996.

Finalmente, la inversión pública disminuye un 5 por cien, según el Presupuesto, aunque a rebaja se reduce a un 1,9% se si pone en relación con la previsión de la liquidación de este ejercicio.

Según ha señalado Pedro Solbes, esta reducción de los gastos de inversión responde a la situación de expansión económica que refleja la economía española, por lo que el papel del sector público "debe centrarse en actuaciones de carácter básicamente horizontal".