Las conclusiones del informe señalan que "la medida inicial que se debería adoptar por la corporación municipal es la del cierre de la actividad (previa audiencia del interesado), ya que carece de la oportuna licencia", aunque no impide que el titular aporte la documentación para que se legalice la situación.

El Horno de Santa Eulalia solicitó licncia de apertura el 16 de marzo de 1990 por parte de Fibrasa (empresa de Florencio Hidalgo) para la fabricación y venta de panes y pasteles, que no fue concedida porque la actividad ocupaba mayor superficie de la permitida.

Sin embargo, el horno empezó a funcionar no se sabe cuándo, pero siempre antes del 26 de noviembre de 1990, puesto que desde aquella fecha existen denuncias por realizar su actividad sin licencia, comprobándose además que superaba el nivel de ruidos permitido.

El 29 de marzo dl 93, Fribas pide la anulación del anterior expediente y la tramitación de dos por separado, uno para la venta de pan y otra para la fabricación. El 22 de julio del presente año se requirió a los propietarios documentación complementaria, que hasta la fecha se tenga conocimiento de que se haya presentado.

A pesar del informe, el alcalde de Mérida insistió en que tras el asunto, "está el interés de perjudicar políticamente" a Florencio Hidalgo, mezclándolo con Sofiex, donde nada tiene que ver este ayunamiento.